ETNOM LE OSIV
El olor a tierra mojada, la lluvia y vernos sonreír, te hacían sentir feliz. Tu inocencia encantadora, la desprendías a cada hora. No te interesaba lo material, y si la unión familiar. Te caracterizo tu nobleza, estabas llena de belleza. Dabas todo lo que tenias, sin saber que te marcharías. En silencio acarreabas, todo lo que sufrías. Nuestra consolación, con niebla en la mañana, con el sol al medio día, Y bajo la sombra del osiv, durante la noche y el día. Raul Kunayala